Películas para deportistas y entrenadores

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Películas no deportivas para deportistas y entrenadores

Esta es una pequeña selección de películas que, sin tener una temática deportiva, ofrecen algún tipo de contenido relacionado con el rendimiento deportivo. Te invito a que las visualices teniendo en cuenta las reflexiones que te expongo a continuación:

1.       GATTACA (1997)

Una película de ciencia ficción que, con el paso de los años, cada vez se va alejando más de ese género y adopta tintes proféticos que la convierten en una obra de culto.

En un futuro lejano, la tecnología genética permite escoger los rasgos biológicos de los neonatos. Esa “calidad genética” es determinante a la hora de ocupar un determinado trabajo y pertenecer a cierto rango social. Vincent es uno de los últimos niños concebidos de forma natural que sueña desde pequeño con volar al espacio, cosa a priori imposible debido a su “pobre” herencia genética. A pesar de ello, Vincent hará todo lo posible por intentar conseguir su sueño.

Se trata de una película que pone en valor la importancia del trabajo y la actitud más allá del talento natural o el bagaje biológico que uno recibe al nacer. En el mundo del deporte tenemos muchos ejemplos de deportistas que, a pesar de no tener un talento innato como el de muchos de sus rivales, son capaces de llegar a lo más alto gracias a su ética de trabajo y su actitud. Tal y como reza la película: “No existe un gen para el espíritu humano”. Imprescindible.

2.       LA VIDA ES BELLA (1997)

Guido es un judío italiano que es internado en un campo de concentración nazi junto con su hijo. En ese momento hará todo lo posible para hacerle creer de que la terrible situación que están viviendo se trata de un simple juego.

Esta película es un excelente manual sobre cómo promocionar uno de los parámetros a los que más importancia suele darse en la psicología deportiva: la motivación. Como en el caso del protagonista, la persona que quiera motivarse, motivar a otra persona o motivar a un grupo, tiene que ser capaz de construir una realidad que resulte atrayente al que reciba su mensaje. En ese sentido, todas o casi todas las amenazas pueden ser redefinidas con un discurso que las construya como un reto a superar. De esta forma pasamos a centrar nuestra atención y nuestro trabajo en la forma como superar esta dificultad en vez de quedarnos paralizados en las posibles consecuencias negativas que nos puede acarrear.

3.       WHIPLASH (2014)

Andrew Neiman es un joven batería con ganas de triunfar en el jazz. Al ser elegido para formar parte de un conservatorio de música, su vida cambia radicalmente debido a los rigurosos métodos de enseñanza del profesor.

Este film aborda uno de los constructos que más influencia tienen en el rendimiento deportivo: la presión. Y lo hace de una manera que nos invita a reflexionar sobre los beneficios y los inconvenientes que puede ocasionar en las personas la exposición a dicha presión. Puedes profundizar en esa reflexión en el enlace al siguiente artículo, en el que expongo mi visión profesional al respecto: Aprende a competir con presión y mejora tu rendimiento.

Otro de los aspectos que la película pone encima de la mesa es el dilema moral de si el fin justifica los medios, un dilema también vigente en el mundo del deporte, en donde muchos deportistas o equipos deportivos han sido expuestos a condiciones extremas y a un trato inhumano con el objetivo de alcanzar la élite.

4.       DE LA CALLE A HARVARD (2003)

Liz Murray es una joven adolescente que vive con sus padres drogadictos en unas condiciones penosas. Después de una serie de acontecimientos se convierte en una “sin hogar” y, a pesar de ello, empieza a trabajar para terminar la escuela secundaria e ir a la universidad.

Uno de los mensajes más poderosos que obtenemos de esta historia basada en la vida real de Murray es la importancia del estilo atribucional en el desarrollo de las personas y por extensión de los deportistas. Como en el caso de Liz Murray, la persona con un estilo atribucional interno (o locus de control interno) es aquella que centra su atención y sus esfuerzos en mejorar o cambiar aquello que depende de ella directamente. Es decir, tiene el convencimiento de poder influir en el curso de los acontecimientos, por muy desfavorable y perjudicial sea la situación en la que le ha tocado vivir respecto a la de otros. Por tanto, no pierde tiempo y energía en lamentarse y quejarse de algo que escapa a su control. Observamos esto que comento en el siguiente pasaje de la película que transcribo a continuación:

Sabía que en ese momento debía decidirme. Podía rendirme ante todo lo que había pasado y vivir una vida de excusas, o podía esforzarme. Podía esforzarme y vivir bien”.

Liz Murray consiguió graduarse en Psicología por la Universidad de Harvard y es una reconocida escritora y conferenciante.

5.       LA VENGANZA DEL CONDE DE MONTECRISTO (2002)

Al igual que “El castigador”, “Kill Bill”, “V de Vendetta”, “El cuervo”, y muchas otras, se trata de películas cuyo argumento central es la búsqueda de venganza. Por tanto, sus protagonistas sufren una alteración emocional que pone a prueba su autocontrol. Así pues, deberán ser capaces de domar la impulsividad que les provoca la sed de venganza para poder llevar a cabo sus planes de forma más fría y calculada y no caer en la perdición.

En el ámbito deportivo vivimos muchas situaciones que nos provocan una alteración emocional y que va a requerir de autocontrol. El autocontrol es uno de los ingredientes necesarios para desarrollar nuestra inteligencia emocional. Debemos ser capaces gestionar estos estados emocionales para que no secuestren nuestra conducta y nos mantengamos en el control de la situación. Puedes profundizar sobre este aspecto en este artículo: Inteligencia emocional en el deporte. El autocontrol.

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La verdadera moraleja del mito de David y Goliat

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La verdadera moraleja del mito de David y Goliat

David y Goliat

Tradicionalmente se ha usado el relato bíblico de David y Goliat para ilustrar que en ocasiones el débil también puede vencer al poderoso. Es decir, que aunque sea un combate desigual, siempre hay espacio para milagros o desenlaces inesperados. En el mundo del deporte encontramos muchos ejemplos que encajan con el símbolo de la lucha victoriosa del desvalido (David) ante el gigante (Goliat). Así pues, ha habido grandes sorpresas como la derrota de Mike Tyson ante James “Buster” Douglas, el “Maracanazo” (victoria de Uruguay ante Brasil en la final del mundial de 1950), o la consecución de la liga de futbol inglesa por parte del Leicester ante equipos con presupuestos infinitamente superiores.

Pues bien, el escritor Malcolm Gladwell, en su libro David y Goliat argumenta que esta interpretación del relato es errónea. En realidad, la historia esconde un mensaje mucho más valioso y profundo, que ha pasado desapercibido por la humanidad durante siglos y siglos, y que desarrollo a continuación.

Filisteos e israelitas se encontraban en conflicto, y era algo común en la época escoger a un guerrero de cada bando para que se enfrentaran entre sí  y de esa forma evitar una guerra en donde se perderían muchas vidas. Nadie se atrevía a enfrentarse al gigante filisteo Goliat, por lo que el pastor israelita David se ofreció, rechazando el uso de cualquier armadura y solamente con su honda y cinco piedras. Lanzó una piedra en la frente de Goliat y luego le cortó la cabeza con su propia espada, en lo que se ha usado como metáfora para hacer alusión a victorias improbables.

Pero, y aquí está la moraleja, David en realidad NO era el débil, al menos en muchos aspectos. Tal y como Gladwell explica, había muchos factores que hacían pensar en su posible victoria.

Por un lado, Goliat estaba empeñado en que David se acercase para tener una lucha cuerpo a cuerpo. Por este y otros detalles (siempre iba acompañado) se puede suponer que el gigante tenía problemas de visión (muy comunes en personas con acromegalia o gigantismo). Además, sus dimensiones (más de 2,5 metros de altura) y su armadura (de unos 50 Kg.) le restaban agilidad y movilidad.

Por otro lado, aunque a primera vista una honda nos parezca un arma poco poderosa, la verdad es que un buen hondero podía “matar o lesionar gravemente a un blanco a una distancia de 200 metros”, argumenta Gadwell. Según estudios realizados por expertos, a cierta distancia la velocidad que alcanza el proyectil lanzado por una honda le confiere un poderío similar al de una pistola.

En resumen, Goliat posiblemente era superior ante un rival de infantería en una lucha con espada y armadura tal y como mandaba el protocolo de la época, pero ante alguien de las características de David tenía muchas probabilidades de ser derrotado. Es decir, el correcto análisis nos muestra que el contendiente supuestamente inferior en realidad era superior si la batalla transcurría de una determinada manera.

Esta moraleja es extrapolable a todos los combates, competiciones, partidos, etc. en los que se enfrenta un favorito y alguien supuestamente inferior. Si se analiza correctamente, los rivales más fuertes también pueden presentar debilidades que los más débiles pueden aprovechar si saben llevar el enfrentamiento a su terreno.

Tyson vs Buster Douglas

Por ejemplo, si analizamos a fondo la derrota de Mike Tyson ante Buster Douglas (para muchos la mayor sorpresa de la historia del deporte) vemos que en realidad ese era el resultado más probable. Así pues, no se trata de una lucha desigual en la que el débil sale victorioso, tal y como se había interpretado el mito de David y Goliat hasta recientemente. Hay que hacer un estudio más profundo para entender lo ocurrido.

Y lo que ocurrió en este caso es que Tyson no se había tomado en serio el combate. Prácticamente no había entrenado (incluso un sparring le tumbó en un entrenamiento) y no había visto ningún vídeo de su oponente. La noche anterior tuvo sexo con varias mujeres, y solo pensaba en irse de juerga. En cambio, Douglas se había estado preparando como nunca, motivado por la reciente muerte de su madre, y sabía de qué forma controlar el combate y mantener alejado a Tyson (usando su jab).

En definitiva, esta nueva visión del mito de David y Goliat es mucho más valiosa y empoderadora. En realidad el débil debe de encontrar el camino para no ser el débil, y dejar de apelar a la épica para conseguir la victoria. Cuando nos encontramos en una situación en la que nos enfrentamos a un supuesto Goliat debemos encontrar la estrategia y las armas que más nos puedan beneficiar en base a nuestras fortalezas y sus debilidades.

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