Cómo ayudar a alguien a ir al psicólogo
- Respeta la libertad de esa persona. Por mucho que nos duela su situación, es su vida y él o ella es quien tiene que decidir cómo llevarla. Explícale por qué motivo estás preocupado/a por su situación. Piensa que, si su problema persiste, ya llegará el momento en el que será más consciente de ello y en donde estará más abierto/a a recibir ayuda. Permanece a su lado para volver a insistir.
- Si ya lo has intentado sin éxito, no le digas qué es lo que tiene que hacer. La mayoría de personas, cuanto más forzadas nos sentimos a hacer alguna cosa, más a la defensiva nos ponemos. Por el contrario, es mucho mejor hacer sugerencias en forma de pregunta, como por ejemplo: “¿Qué te parece si hablas de esto que te pasa o preocupa con alguien?” o “¿Crees que te podría ir bien hablarlo con alguien?”.
- Intenta no juzgarle ni culpabilizarle de su conducta. Es mejor centrarse en la forma en cómo se siente esta persona y no tanto en lo que hace. Pregúntale si es feliz con su vida, si se siente triste, nervioso/a, etc.
- Los síntomas como por ejemplo la ansiedad, insomnio, estrés o tristeza son más fáciles de aceptar ya que son muy comunes en la sociedad. Anímale a hablar de estos síntomas con un profesional, más que de sus conductas.
- Plantéale que no tiene nada que perder yendo al psicólogo. Lo puede probar y, si no le gusta, no pasa nada. A mucha gente le da reparo ir a hablar de sus cosas con un desconocido, pero a menudo los miedos se desvanecen después del primer contacto y la persona nota como se puede liberar emocionalmente. Si se plantea como una opción sin compromiso, la persona verá que no tiene nada que perder.
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