El “flow” de Messi

El “flow” de Messi

Si hay algún calificativo que encaje en la figura de Leo Messi seguramente sea el de “talento”. Sería algo así como una capacidad innata de realizar su trabajo de forma creativa y eficiente. Pero ¿puede el talento por sí solo haberle llevado a ser uno de los mejores futbolistas de la historia? En mi opinión, no.

Desde mi punto de vista, como mínimo ha habido otro futbolista (de los que yo he podido ver) con más talento que Messi, y este fue Ronaldinho.  El brasileño llegó hasta lo más alto, pero no pudo mantener su nivel durante tanto tiempo como lo ha hecho Leo Messi.  Entonces, a parte del talento, ¿qué otras características diferencian a Messi de otros grandes jugadores? Ahí va mi propuesta:

• Ambición: no se conformó con ganar una Champions o un solo Balón de Oro (como quizás le pasó a Ronaldinho), y ha seguido trabajando duro para ganar más títulos.

• Rivalidad con Cristiano Ronaldo: existe un eterno debate sobre cuál de los dos es más determinante. Creo que esto beneficia a los dos jugadores, que mantienen una sana competencia para demostrar al mundo y a ellos mismos que son los mejores.

• Sirve al equipo: tal y como distingue el gran Manel Estiarte en su libro: “El líder sirve al equipo, mientras que el “figura” se sirve de él”. Messi no es solo un “figura”. Además de ser un goleador es también uno de los mejores asistentes.

• Capacidad de estar en flujo (“flow”): esta es la característica que más me llama la atención cuando veo jugar a Messi (no siempre, evidentemente). El estado de flujo es el estado mental en el cual estamos totalmente inmersos en una actividad. Es decir, estamos focalizados en el presente, con una sensación de control de la situación y ausencia de esfuerzo y ansiedad. Desde mi punto de vista, esta es la experiencia más gratificante que se puede alcanzar como deportista. Sería algo parecido a alcanzar un estado de meditación, una fantástica sensación de vivir el presente con calma y creatividad.

La base para alcanzar el estado de flujo se encuentra en el trabajo de la ecuanimidad. Es decir, en experimentar las sensaciones y las situaciones sin reaccionar a ellas con pensamientos, sentimientos o emociones. En caso de surgir, aceptarlo sin apegarse a ello y situarse de nuevo en el presente, cosa que evita que aparezca la ansiedad. Algo que podéis observar en este vídeo que preparé sobre Leo:

PD: Sí, soy del Barça. Pero esto no me impide tener en cuenta esto sobre Cristiano Ronaldo.